En las operaciones inmobiliarias se incrementó el uso del canje por bienes de menor valor
La compra y venta de inmuebles en Córdoba se motorizó gracias a nuevas operatorias que resurgieron en la coyuntura actual: los canjes y las permutas.
María Allisiardi 30 de noviembre La Voz del Interior
En el contexto actual, existe un amplio abanico de factores que inciden en los nuevos modos que se utilizan para comprar y vender inmuebles. La perspicacia y el buen asesoramiento de los corredores que ejercen de intermediarios entre la oferta y la demanda son un eslabón imprescindible para concretar un buen negocio.
En Argentina, las épocas de transformaciones y turbulencias económicas han permitido desarrollar mecanismos alternativos para seguir motorizando la producción.
De tanto en tanto, los períodos de trueque y canje aparecen para apalancar las actividades y amortiguar un poco los embates de las crisis.
En este sentido, no debe extrañar que los canjes y las permutas en el sector inmobiliario se estén instalando cómodamente en los escritorios de las inmobiliarias, cada día con más vigor, más aún si se suma la crisis sanitaria que vino a convulsionar la economía en general, en función del freno de todas las actividades por el confinamiento establecido a nivel nacional, que con el tiempo se fue flexibilizando.
Los canjes y las permutas siempre existieron, pero hoy están más presentes que nunca y son la principal herramienta que dinamiza las operaciones inmobiliarias. “En Habitar Córdoba, semanalmente recibimos consultas sobre permutas, trueques y canjes de inmuebles en nuestra provincia. Últimamente, al acercarse la temporada de verano y parte de las secuelas que nos está dejando la pandemia, estamos recibiendo muchas consultas por casas que tenemos publicadas en las sierras de Córdoba a cambio de inmuebles de otras provincias; sobretodo, nos llegan desde el Gran Buenos Aires”, destaca Alejandro Koifman, socio gerente de Habitar Córdoba Inmuebles.
Intercambio
Las operaciones de canje y/o permuta se generan a diferentes escalas: desarrollista, consumidor final y proveedores.
“La modalidad de canje o permuta son mecanismos de transacción que permiten accesibilidad social en épocas de cambios permanentes y/o de recesión”, Mariano Britos (Britos & Asociados).
“Desde hace varios años, los desarrollistas urbanísticos inmobiliarios de Córdoba consideran al canje o permuta como una moneda más de cambio. Facilitan al desarrollista inmobiliario garantizar tanto la tierra como la edificación del emprendimiento, y al cliente final poseer el bien más preciado, que es el inmueble”, asegura Mariano Britos, titular de Britos & Asociados.
En el caso del consumidor final, las operaciones que se concretan a partir del intercambio de bienes, por lo general se ejecutan entregando un bien menor (casa, departamento o vehículo) por uno mayor y completando con efectivo; las configuraciones de negocio son variadas y dependen siempre del poder adquisitivo de las partes y los objetivos de estas.
Sólo por citar algunos ejemplos actuales, esta metodología se emplea cuando un propietario cuenta con algunos dólares para completar lo convenido y así continuar su carrera de inversor, o bien padres o abuelos que ayudan a sus hijos o nietos a alcanzar el sueño de la vivienda propia, o cuando un inversor decide desprenderse de su unidad porque el negocio de los alquileres no le convence, entre otras situaciones.
En palabras de Koifman: “Consideramos que la principal causa del resurgimiento de los canjes y permutas es la escasez de dólares y el alto costo que generan algunos inmuebles, como lotes en barrios cerrados o tenerlos frenados sin alquilar”.
En la misma línea, Britos destaca: “el canje entre el destinatario final y la desarrollista permite a esta movilizar sus productos y contar además con bienes para canjear, de ser necesario, nuevamente con otros proveedores, o realizarlo por medio del mercado correspondiente en el caso de vehículos”.
Por su parte, Alexis Rodriguez, titular de Kabal’s, asegura: “son más comunes los canjes que las permutas directas de un bien por otro bien. Con la pandemia se acentuó mucho este tipo de operaciones, más aún cuando se trata de departamentos por ejemplo, de dos y tres dormitorios o casas amplias. Se recibe un bien más chico, por ejemplo un vehículo, y el resto se paga en efectivo”.
Costos
El principal dato de referencia será el que dictamine la tasación de los bienes en cuestión. Luego, será el turno de ver la tabla de valores del mercado, las expectativas de las partes y la capacidad adquisitiva, entre otras cuestiones. “Es importante no entrar en el juego de que el inmueble propio es mejor que el ajeno, y viceversa: hacer un análisis detallado de oportunidad costo-beneficio, rentabilidad, mejora de estilo de vida, es decir, siempre tratar de encontrar una gran oportunidad para ambas partes”, asegura Koifman, de Habitar.
En las operaciones con un consumidor final, en las inmobiliarias los productos proclives al canje y permuta se promocionan de manera particular para su promoción y difusión; se trabaja y coordina previamente con el propietario de las unidades que aceptan la comercialización bajo esa modalidad.
En tanto, a nivel desarrollista y proveedores, los acuerdos se alcanzan de manera particular, ya que entran en juego otras variables. Los inmuebles que se reciben como parte de pago se reinsertan en el circuito de compra y venta, de acuerdo a lo convenido con cada cliente. En el caso de los vehículos, se delegan a especialistas del rubro, que son los encargados de efectivizar las transacciones.
En definitiva, si bien son operaciones que implican mayor cantidad de aristas (y, por ende, más complejas en su orquestación), lo que importa en el mercado tanto a oferentes, demandantes e intermediarios es que la rueda siga girando; por ahora, las operaciones no generan diferencias sustanciales, más bien se busca que los resultados sean redituables para cada uno.
“En estas operaciones entra en juego la habilidad y creatividad comercial del agente. Acompañamos al cliente y empleamos muchas herramientas digitales”, Alejandro Koifman (Habitar Córdoba Inmuebles).
Materiales y mano de obra
En el sector inmobiliario se realizan incluso canjes con proveedores de materiales y mano de obra. “Estas operaciones se concretan con unidades que la desarrollista posee en stock y/o a construir (venta en pozo), lo que permite al proveedor de materiales y mano de obra realizar una venta importante tanto de materiales como de servicios”, explica Britos. Al mismo tiempo, subraya que estas negociaciones permiten que el proveedor realice la venta de sus insumos y servicios y, a su vez, materializa los beneficios con un ahorro en un producto inmobiliario que el desarrollista entrega.
Los beneficios de entablar estas sociedades estratégicas favorecen equitativamente a los proveedores de materiales y servicios y a la desarrollista, impulsando correlativamente mayor dinamismo a la industria de la construcción.
“Es más alto el porcentaje de las operaciones con canje que estamos haciendo”, Alexis Rodríguez (Kabal’s).