Para el analista de negocios Salvador Di Stéfano, el real estate es uno de los sectores que mejor preparado está para enfrentar el escenario posterior al fin de la pandemia.

En medio de una cuarentena que va camino a los dos meses, la situación del sector inmobiliario está lejos de ser la ideal. A una caída que ya llevaba varios meses, el Coronavirus sumó nuevos obstáculos que agudizaron la crisis de un rubro golpeado. Sin embargo, en medio de tanto caos, el analista de negocios Salvador Di Stéfano asegura que una vez terminada la cuarentena vendrá una fuerte recuperación.

“Para empezar, hay que aclarar que esto es una crisis absolutamente inédita, es un choque desde varios lugares al mismo tiempo. Los bancos no están quebrados, acá hay algo que opera como un desastre natural. La única vacuna es la cuarentena que te obliga a parar todo a cero y te quedan tres tipos de empresas: 1) las esenciales (con flujo positivo) que siguen trabajando (representarían el 25 o 30% del total); 2) las empresas con flujo de fondos negativos pero con buenas perspectivas, acá pondría al grupo de la construcción y la obra pública, que si bien hoy tienen las obras paradas, creo que tienen buenas perspectivas para el futuro; y 3) las empresas con flujo de fondo negativo y muy malas perspectivas. Estas son restaurantes, hotelería, turismo, venta de ropa, etc.”, señala el experto.

Para Di Stefano, como parte de este segundo tipo de empresas, el sector inmobiliario tiene muy buenas perspectivas luego de la cuarentena.

“En Argentina el que compró un bono tiene con suerte el 40% de lo invertido, con lo cual todo lo que fue inversión financiera fue un espanto. En cambio, si vos compraste un departamento de contado o con crédito en el 2017 en dólares, aún con el precio bajo, si hoy lo vendés en el mercado ganas plata. El ajuste por inflación fue menor que lo que subió el dólar”, apunta.

Esta confianza en el resurgimiento del sector se basa, según el analista, en la alta reputación del real estate y en la reserva de valor que posibilita la adquisición de un inmueble.

“El departamento te preserva el valor de tu dinero, con esa reputación, más los costos de las propiedades (hoy nos estamos retrotrayendo a precios del 2000), no me cabe duda que es una buena opción para invertir”, agrega.

Aunque es probable que los ingresos también caigan luego de la cuarentena, el analista apunta que, desde la asunción de Alberto Fernández como presidente, se fueron de los bancos unos 12.000 millones de dólares que hoy están en cajas de seguridad. Todo ese dinero se encentra disponible para ser invertido y el real estate es un destino probable de esos fondos.

“Hoy el sector inmobiliario tiene una oportunidad histórica. Yo lo que creo es que tendrían que estar mucho más activos, que el sector debería tener más presencia en los medios. El real estate es muy parecido al campo, se juntan para hablar entre ellos, a mí me parece que si bien eso está bien también hay que salir a las 9 de la noche en TN explicando todas estas cosas. Yo tengo la percepción de que las propiedades no están carísimas sino baratísimas, comparadas con el resto de América Latina. Las propiedades no van a bajar de precio porque los terrenos son finitos, no son infinitos. Los precios de los terrenos son inflexibles a la baja”.

Para Di Stéfano, aún en pandemia los gustos de las personas no van a cambiar y una vez que todo esto termine volverá a volcarse a hacer todo aquello de lo que se privó por la cuarentena.

“Si comprás un departamento, la probabilidad de que baje de precio es mínima y la potencialidad de que suba es máxima. Cuando uno se compra un departamento lo único que tiene que hacer es contratar a alguien para que te lo venda. Te cobrará el 3%, y vas a recuperar o incluso ganar algo de dinero”, finaliza.